José Saúl Córdova Díaz

El requerimiento más importante del sector agropecuario en el mundo es la competitividad, desde sus dos componentes; competitividad estructura y competitividad precio. Sin embargo a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno y desde los propios productores y sus organizaciones, la competitividad se ha venido postergando en la mayor parte de los productos del sector,  salvo aquellos que desde antes de la década de los 90s del siglo pasado, venían observando un escalonamiento productivo que los posicionaron como los principales productos exportables, tal es el caso de las hortalizas y frutas en fresco, ante esta situación y con el paso del tiempo, muchos sectores estratégicos se vinieron rezagando, como los granos básicos, ganado los productos agrícolas industrializables como el algodón y el café.

Sin embargo esta situación no tiene que ver solo con la política pública limitada y elitista de los últimos sexenios, que solo se han dedicado a administrar una burocracia, sin aportaciones de políticas públicas. Tres factores han estado limitando el desempeño competitivo de las unidades de producción agropecuarias. Primeramente las condiciones de producción, la falta de superficies para el desarrollo de la agricultura de riego, y la ausencia de infraestructura de riego en ciertos valles temporaleros, así mismo la ausencia de infraestructura comercial, bodegas, silos, parques agroindustriales, etc.

Un segundo factor a considerar es el relacionado con el desarrollo empresarial, esta es tal vez el talón de Aquiles más sensible, ya que los productores rurales en México, parten de una agricultura campesina tradicional, sin embargo la competencia del mercado local y regional ha transformado las formas y procesos productivos, y aquí la falta de flexibilidad y certificación de los procesos ha ocasionado severas pérdidas productivas y con ello ha contribuido a la descapitalización de las unidad económicas. Porque en un escenario de buenos precios para los productores la apropiación se da de manera natural, sin embargo en un escenario contrario la incapacidad para el cambio hacia un producto más rentable, es una situación que deja en orfandad productiva a los productores y con la acumulación de pérdidas que se traduce en la emigración campesina hacia sectores más rentables en términos de ingreso familiar.